jueves, 29 de octubre de 2009

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Los libros ya casi están terminados...

El ganador se revelará pronto...

La información se sigue cargando....







................................................................fin de transmisión

5 Antologías d(e) Cu(e)nto

por Pepe Rojo

1. Aunque “ficción especulativa”, el término que Harlan Ellison utiliza para describir a la ciencia ficción, el horror y la fantasía, es útil, me parece redundante: toda ficción es especulativa. Sin embargo, el título de las cuatro antologías que editó, “Visiones peligrosas”, resume no sólo lo que me gusta de dichos géneros, sino de toda la literatura. Los cuatro volúmenes son imprescindibles.

2. Las “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury mantienen un poder envidiable y una capacidad literaria que pocos autores han alcanzado.

3. “Burning chrome” de William Gibson es una especie de catálogo de todo lo bueno que el cyberpunk tuvo en su momento. Ahí están casi todas las ideas del movimiento.

4. Bruce Sterling muestra la variedad de su repertorio en “Globalhead”, que lo lleva más allá del cyberpunk. “We see things differently” sigue explicando muchas de las diferencias que desembocaron en el conflicto actual contra los radicales musulmanes.

5. “The Essential Ellison” es una recopilación de cuentos de Harlan Ellison, quien es mi cuentista favorito, y en el que aparecen por lo menos diez cuentos excelentes.

Además de estas antologías, tendría que añadir varios cuentos más: para empezar, y en México, la producción de Bef me parece de lo más sobresaliente, recopilada en “Bzzzzzt” y “El llanto de los niños muertos”. “Blood music” de Greg Bear, “Bloodchild” de Octavia Butler, “Sandkings” de George R. R. Martin, “They’ de Robert Heinlein y “Who goes there?” de Joseph W. Campbell son cuentos a los que regreso constantemente.

sábado, 24 de octubre de 2009

Se cierra el concurso de CF

La convocatoria concluyó el día de ayer. Recibimos muchos trabajos, estamos evaluando y el jurado tambien. El resultado en la siguiente transmisión...



jueves, 22 de octubre de 2009

D(e) listas y Ci(e)ncia Ficción

por Pepe Rojo

Cuando alguien me pide una lista, de cualquier cosa, el neurótico obsesivo que vive adentro de mi se pone como loco, y me cuesta trabajo mantenerlo bajo control. La Biblioteca Central Ricardo Garibay en Pachuca, me pidió esta lista de las mejores novelas de ciencia ficción hace ya varias semanas y le he estado dando vueltas en mi cabeza. Así que antes de que el futuro de veras nos alcance, entrego mis listas, que ya no son sólo de novelas, sino también de antologías de autor, de cómics y de teoría-ficción.

La advertencia inicial es protocolaria. Negocié con mi neurótico obsesivo para declarar las siguientes listas completamente temporales, producto de mis pésimos hábitos de lectura, enfermas de mala memoria, evidencia de mi ignorancia y concentradas en el material que circula por mi buró, mi escritorio, mi computadora y mi cabeza (que en realidad son la misma cosa) en los meses recientes.

10 Novelas Recurrentes

1. JG Ballard es uno de mis cinco escritores favoritos de todos los tiempos. No creo que exista otro autor que haya diagnosticado con tanta claridad estos extraños tiempos que vivimos. Su obra maestra, “La exhibición de atrocidades” es la novela que escogería para representarlo, pero igual me quedaría con “Rascacielos”, “Crash” o “SuperCannes”.


2. “Random acts of senseless violence” de Jack Womack es una novela de crisis sobre crisis, mientras seguimos la vida de Lola Hart, adolescente de doce años e hija de académicos, en un Manhattan que se desmorona social, económica y culturalmente. Este derrumbe es de las cosas más aterradoras y conmovedoras que he leído en toda mi vida.

3. “Los desposeídos: una utopía ambigua” de Ursula K. LeGuin. Mi utopía favorita. LeGuin hace la descripción más completa de una utopía anarquista que sí funciona a partir de la vida de Shevek y su viaje fuera del satélite Anarres al planeta Urras. Uno de los libros más importantes del siglo XX.

4. “Las partículas elementales” de Michel Houllebecq es un análisis desolado y desolador de la vida a finales del siglo XX, donde la diferencia sexual es planteada como “el” problema de la humanidad (los hombres son unos cerdos). El elemento de ciencia ficción es tan sutil como efectivo.

5. Me quedo con “Cuna de gato” de Kurt Vonnegut por que en la novela, y con su muy peculiar sentido del humor, Vonnegut describe la única religión a la que me uniría, el bokononismo. “Sirenas de Titán” y “Desayuno de campeones” compiten fuertemente por este lugar. Otro de mis escritores favoritos.

6. “El almuerzo desnudo” de William Burroughs es un referente imprescindible del siglo XX. Una colección de relatos novelada difícil y retadora, cuya lectura permite replantearse casi todo, incluso la literatura.

7. Del gran gurú de la paranoia como mecanismo clave de la conciencia en la postguerra, Philip K. Dick, me quedo con “Ubik”, un maravilloso estudio sobre las transformaciones del objeto en nuestros tiempos, aunque también compiten “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? o “The Man in the high castle”.

8. “1984” de George Orwell me sigue pareciendo tan relevante hoy en día como cuando se escribió. Desde el giro lingüístico hasta las webcams, Orwell plantea el autoritarismo y el manejo de la información como los puntos claves de nuestra cultura. Foucault relacionaría el saber con el poder unos quince años después. Tan lejos, tan cerca…

9. “Schismatrix” de Bruce Sterling es una novela (y un ciclo de cuentos) que contiene casi todas las ideas relevantes sobre la transformación de la humanidad en nuestros tiempos. Un libro lleno de ideas.

10. De Kim Stanley Robinson me quedo con “Marte Verde” puesto que detalla una revolución exitosa, lidereada además por científicos (y en ese sentido es utópica). “Marte Rojo” también está lleno de ideas pero nada le gana a un buen final feliz con revolución incluida.

Quedan pendientes los siguientes diez lugares: “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, “Soy leyenda” de Richard Matheson, “Mundo invertido” de Christopher Priest, “Neuromante” de William Gibson, “Snowcrash” de Neal Stephenson, “Más que humano” de Theodore Sturgeon, el ciclo de “Heliconia” de Brian Aldiss, “334” de Thomas Disch, “Software” de Ruddy Rucker, “Canticle for Leibowitz” de Walter A. Miller, “Estación de tránsito” de Clifford D. Simak y “Bug Jack Baron” de Norman Spinrad” (sé que son más de veinte, pero bueno…). La ausencia de Stanislav Lem en esta lista es muestra de mi ignorancia.

martes, 20 de octubre de 2009

10 libros d(e) CF m(e)xicana: Guía d(e) l(e)ctura

por Miguel Angel Fernández Delgado

Todo aquel que apenas se entere de la existencia de la casi desconocida ciencia ficción mexicana, tenderá a pensar, al leer el título de la presente colaboración, que mi dilema consistió en encontrar antes que en seleccionar los diez mejores títulos para recomendarlos. Pues no, mi problema no fue la escasez sino la abundancia de material, pues el primer obstáculo para conocer la producción de nuestros autores consiste en el temor de las editoriales, por esnobismo o ignorancia, de etiquetar el material como ciencia ficción.

No puedo presumir de conocer todos los títulos de la ciencia ficción mexicana, aunque el tema me haya ocupado ya casi diez años de mi vida. En la medida de lo posible, he procurado presentar lo más representativo de las diferentes épocas y no repetir autores. Solamente hay tres títulos anteriores a 1990. La mayoría han aparecido en los últimos quince años.

El límite de diez libros me obligó a dejar fuera por lo menos tres novelas importantes y una colección de cuentos —Destruyan a Armonía de Juan Guerrero Zorrilla, La destrucción de todas las cosas de Hugo Hiriart y Breve eternidad de Federico Schaffler—. Además, cualquiera que conozca a medias el panorama de la ciencia ficción mexicana notará la ausencia de José Luis Zárate. La omisión se debe a que sus novelas de ciencia ficción no han sido editadas o distribuidas en México y la más reciente, ganadora del premio Mecyf en 2004, no ha sido publicada todavía. Quería incluir su antología personal Hyperia, pero el límite aritmético ya no me lo permitió. Algo similar ocurrió con Bernardo Fernández (Bef).


Eugenia: Esbozo novelesco de costumbres futuras (1919), de Eduardo Urzaiz Rodríguez


Novela de uno de los primeros psiquiatras en el país, en cuya introducción desafía a quien dude de su cordura por haber imaginado un futuro en el que Villautopía (la Mérida del porvenir) es la capital de la Subconfederación de Centro América. El título hace alusión al proyecto de eugenesia gubernamental, en el que solamente pueden engendrar los hombres y mujeres que han sido elegidos reproductores oficiales, aunque la patria potestad la conserva el Estado. Si esta descripción recuerda Un Mundo Feliz (1932) de Aldous Huxley, habrá que advertir que la novela de Urzaiz pintó un panorama más optimista, inspirado por las ficciones raciales de la filosofía positiva, con poco más de una década de anticipación.


El réferi cuenta nueve (1943), de Diego Cañedo


La Segunda Guerra Mundial en México fue más un conflicto cultural que militar. La opinión pública apoyó, casi por partes iguales, a ambos bandos. El arquitecto Guillermo Zárraga, quien ya superaba los 50 años, bajo el seudónimo de Diego Cañedo, decidió comenzar entonces su carrera literaria con una larga novela en la que los protagonistas descubren el manuscrito con el diario del superviviente de una invasión alemana a México. Alfonso Reyes la reseñó con elogios y Ross Larson, autor de la primera tesis doctoral sobre la ciencia ficción en México, la calificó de ‘impresionante’.

Mejicanos en el espacio (1968), de Carlos Olvera


El año de la Olimpiada en México y de la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968, cuando los ingenuos creían que el país estaba más cerca del primer mundo y del espacio que nunca, Carlos Olvera apareció como finalista con este título en un concurso nacional de novelas. Esta sátira de la ‘modernidad nacional’ que pertenece al movimiento de la literatura de la onda, cuenta las aventuras del Teniente Raúl Nope, un mexicano del siglo XXII que trabaja en una nave de la fuerza espacial mexicana, con bases en todo el sistema solar, que su propio autor definió como una obra de ‘ciencia-comic-chotis-ficción’.


Las máquinas espirituales (1991), de Ernesto de la Peña


Con cuentos escritos para satisfacer el amor de su hijo por las máquinas o el de sus hijas por comprender el destino humano y la realidad, uno de los más grandes eruditos mexicanos elaboró esta memorable antología personal. Sus simples títulos invitan a la lectura: “El síndrome de Branchefemelle”, “El dueño de las figuras”, “Los constructores de la torre”, “El engañoso estrefoscopio de Kleberey”, “El columbario”, “Las tareas del doctor Newton” y “El arte de oír”.



La primera calle de la soledad (1993), de Gerardo Horacio Porcayo

El Zorro, un pirata informático, se ve envuelto en un conflicto con un estado totalitario, mezcla de empresa privada y secta religiosa, por lo que tendrá que pasar una temporada en una colonia penal en la Luna y muchas otras aventuras. Novela con la que la corriente ciberpunk llegó a México, pero con una indudable impronta nacional. Es notable la capacidad de Porcayo para inventar religiones y para narrar con oraciones breves.




Laberinto (as time goes by) (1995), de Gabriel Trujillo Muñoz

Por error, un experimento científico destruye el universo tal y como lo conocemos. El proceso de ‘derridación’, que en forma continua deconstruye la materia y la energía, obliga a la humanidad a reconstruir su historia e identidad desde el comienzo. Un claro homenaje a Jacques Derrida y a los filósofos de la posmodernidad, a la película Casablanca y al cine en general. Premio Estatal de Literatura en la categoría de novela.

El dedo de oro (1996), de Guillermo Sheridan

En el año 2029, en el cielo de la ciudad de México ya es costumbre observar una nube de smog que no permite el paso de los rayos del sol. La Ciudad Alta y la Ciudad Baja dividen a la población. Estados Unidos, Japón y Europa se cobran la deuda externa con parte del territorio nacional, y el presidente es incapaz de imponer sus decisiones, pues se lo impide el líder-cacique Hugo Atenor Fierro Ferráez, que resulta ser un cyborg del centenario Fidel Velázquez. Una sátira bien lograda que proyecta los últimos años del régimen de gobierno priísta.

El futuro en llamas: cuentos clásicos de la ciencia ficción mexicana (1997), compilado por Gabriel Trujillo Muñoz

Antología que hace un notable esfuerzo por recuperar lo que, hasta entonces, se creía lo más representativo de la producción mexicana de cuentos de ciencia ficción desde sus orígenes. Contiene obras inencontrables y clásicos como “México en el año de 1970” de Fósforos, “Un viaje celeste” de Pedro Castera, “El buque negro” de José María Barrios de los Ríos, “La última guerra” de Amado Nervo, “La conquista de la Luna” de Julio Torri, “Cómo acabó la guerra en 1917” de Martín Luis Guzmán, “Neocentauro” de Jesús Martínez Sotomayor, “Baby H. P.” de Juan José Arreola, “Llamaradas para fechas vacías” de Paco Ignacio Taibo II, “Árbol de la vida” de Edmundo Domínguez Aragonés, “La pequeña guerra” de Mauricio-José Schwarz, y “El que llegó hasta el metro Pino Suárez” de Arturo César Rojas.


Pisot: Los dígitos violentos (2000), de Isaí Moreno Roque

Un asesino serial de la Nueva España, con una marcada obsesión por los números, consigue viajar en una máquina del tiempo al México actual, donde utiliza computadoras para continuar con sus crímenes. Una obra que mezcla con acierto la historia nacional, el misterio, el crimen y la alta tecnología. Premio Nacional Juan Rulfo para Primera Novela 1999.


Visiones periféricas: Antología de la ciencia ficción mexicana (2001), compilado por Miguel Ángel Fernández Delgado

No se trata de cerrar esta lista con autoelogios, sino de ofrecer otra muestra de la narrativa corta nacional. Este intento por reunir algunos de los mejores cuentos de ciencia ficción mexicana del siglo XX obtuvo el Premio Sizigias 2001 a la mejor antología, y fue elegida por la Secretaría de Educación Pública de México como libro de lectura para todas las escuelas secundarias del país.








Miguel Ángel Fernández Delgado (1967) es abogado, historiador, investigador y experto en el tema de la ciencia ficción mexicana.

Con(e)rencia!!!

El día miércoles 11 de Octubre tendremos una conferencia magna sobre Ciencia Ficción en el audiovisual del edificio 20 de la ahora Facultad de Humanidades de la UABC Campus Tijuana. La conferencia es a las 8:00 pm, no falten, tendremos invitados, sorpresas y posiblemente café para los primeros 10 en llegar. Valdrá la pena, los esperamos ahi.


jueves, 15 de octubre de 2009

No futur(e)=: 10 nov(e)las anglosajonas d(e) CF para sobr(e)vivir (e)l cambio d(e) siglo

por Bernardo Fernández Bef

“It´s the end of the World as we know it... and I feel fine”, cantaba R.E.M. a mediados de los 90. Y aunque nunca fue mi banda favorita, debo reconocer que la rola era buena y viene a cuento con esta lista.

El futuro nos alcanzó. Rebasamos el mítico año 2000 y seguimos sin tener autos voladores ni hoteles de quince estrellas en la Luna. ¿Qué pasó, en qué momento nos cambiaron a Los Supersónicos por Futurama?


La frase “el futuro ya no es lo que solía ser” se volvió lugar entre los cienciaficcioneros de fin de siglo. Parecía que el optimismo tecnólatra de Isaac Asimov no tenía lugar en medio de un mundo cuyos referentes ideológicos se habían derrumbado apenas en 1989.

¿Qué lugar le queda a la ciencia ficción en este, el mundo del futuro que habitamos los nietos de quienes lo soñaron? Para tratar de ayudar a contestar esa pregunta, elaboro la siguiente lista. No pretende de modo alguna ser exhaustiva (ninguna lista de diez títulos puede serlo) ni englobar a los mejores títulos del género. Digamos que simplemente es una guía de lectura de novelas anglosajonas para un género que por momentos parece agonizar, en tiempos de la post post post modernidad.

1) 1984, George Orwell, 1949. Vigente como nunca. La gran distopía del siglo XX, a mi gusto muy superior a Un mundo feliz de Aldous Huxley. Orwell imaginó que de seguir las cosas como iban, Inglaterra acabaría convertida en una dictadura totalitaria, y si no lo hizo, en un pequeño porcentaje fue gracias a la publicación de esta novela. Pero el bombardeo mediático de información basura y la vigilancia de Gran Hermano (concepto convertido en mierda por los reality shows) están aquí y ahora. Inquietante y bellamente escrita por un veterano voluntario de la Guerra Civil española. Disponible en español en múltiples ediciones escolares.



2) Crash, J.G. Ballard, 1973.
Hay quien ubica a Ballard junto con William Burroughs y Jean Genet como los únicos autores de literatura punk. Cierto o no, de los tres me quedo con don James Graham, ¡ay! recientemente fallecido y de su extensa bibliografía, con esta inquietante novela sobre un grupo de personas que sólo pueden alcanzar el clímax a través de los choques de autos, convertidos éstos en singulares prótesis mecánicas. La versión cinematográfica de David Cronemberg es impecable, pero nada como leer al más retorcido de los novelistas ingleses contemporáneos. En sus novelas asistimos a una espiral de degradación social que no acaba al cerrar el libro. En el mismo tono, hay que leer High Rise (Rascacielos), ambas editadas en español por Minotauro.



3) Software, Rudy Rucker, 1982.
Rucker es matemático y profesor de la Universidad de San José en California. Miembro del contingente cyberpunk original, incluidos en la antología Mirrorshades, es quizá el más interesante al lado de Gibson y Sterling. En la novela, la primera de una tetralogía completada por Hardware, Wetware y Realware, Rucker nos presenta a Cobb Anderson, veterano programador de computadoras creador de los boppers, robots dotados de un algoritmo de libre albedrío, primeros en romper las leyes de Asimov y creadores de una sociedad posthumana en la Luna. Agradecidos, los boppers ofrecen a su creador la inmortalidad a través de la digitalización de su personalidad (el software del título). Plagada de referencias pop, fue uno de los cimientos de la literatura posmoderna de ciencia ficción. La novela, hoy tristemente relegada al olvido, fue traducida por Martínez Roca en los ochenta.


4) Neuromancer, William Gibson, 1984. Las has leído aunque no la hayas leído. Y si no lo has hecho, ya ni la chingas.


5) Schismatrix, Bruce Sterling, 1985. Si William Gibson fue el padre del cyberpunk, Sterling fue la madre. Quizá este hecho y su militancia en el género, contrapuesto a la migración de Gibson a la literatura seria, lo ha relegado al ghetto de la ciencia ficción. Él fue quien antologó Mirroshades, la antología cyberpunk por excelencia (editada en español por Siruela). Y si bien me parece mucho mejor cuentista que escritor de novelas, Schismatrix merece ser incluida en esta lista por dos razones. La primera es que es prácticamente la única space opera cyberpunk, en la que en un futuro lejano la humanidad se ha dividido en dos subculturas, los Formadores, partidarios de las modificaciones orgánicas inducidas genéticamente y los Mecanicistas, quienes intervienen sus cuerpos a través de prótesis y neurorredes (¿suena familiar?). Ambos grupos luchan por el control del sistema solar. La segunda razón es que Sterling es un autor de gran oficio, que por momentos logra crear auténtica belleza donde otros autores, Larry Niven por ejemplo, sólo hacen descripciones técnicas. Editada en español por Bibliópolis.



6) Snow Crash, Neal Stephenson, 1992. Para muchos, la novela que habría de sepultar al cyberpunk. En sus páginas, llenas del humor y desparpajo que quizá le falten a sus predecesores generacionales como Gibson y anexas, Stephenson plantea un mundo gobernado por corporaciones y franquicias donde la internet ha sido remplazada por el Metaverso, entorno virtual bastante parecido al Second Life actual. Hiro Protagonist, hacker y repartidor de pizzas, descubre junto con Y.T., una mensajera que se transporta en una patineta motorizada, que hay un nuevo virus en la red, el devastador Snow Crash del título. Y esa es una groserísima reducción de su delirante historia. Con cada párrafo atiborrado de ideas, la narrativa está escrita en un estilo vertiginoso que lo mismo abarca criptología que mitología sumeria. Situada en un punto indeterminado de inicios del siglo XXI (¡ja!), fue la primera novela que se atrevió a ir más allá de los clichés planteados por los primeros cyberpunks. Una joya heroicamente traducida al español por Juanma Barranquero para Gigamesh.



7) Random Acts of Senseless Violence, Jack Womack, 1994. El derrumbe de la sociedad norteamericana es presenciado por Lola, una niña adolescente que registra acuciosamente el proceso en su diario. Hija de una familia acomodada de Nueva York, Lola da cuenta de la degradación que sigue al colapso económico en un futuro cercano. La violencia comienza a surgir al tiempo que su familia se desintegra. Poco a poco, la propia Lola va entrando en la dinámica de violencia, convirtiéndose en una sobreviviente a costa de lo que sea. Ballardiana de hueso colorado (sus personajes siguen procesos similares), se trata de una novela y un autor que merecen más lectores. Desgraciadamente no está traducida al español.



8) The Chronoliths, Robert Charles Wilson, 2001. Autor canadiense que poco a poco va ganando reconocimiento (fue merecedor del Hugo en 2005). Enfocado en la llamada ficción social, y sin brindar complicadas explicaciones técnicas al estilo de Robert Heinlein, por ejemplo, el autor muestra un temprano siglo XXI cuya tranquilidad es interrumpida por la aparición de los cronolitos, grandes torres de un material indestructible que surgen de la nada, arrasando todo a su alrededor en un extraño esquema terrorista (es de hacer notar que la novela se publicó antes del 9/11). Con la misteriosa inscripción en chino de la palabra Kuin como único mensaje, los cronolitos parecen haber sido enviados desde veinte años en el futuro. ¿Suena extraño? Y eso es apenas el primer capítulo de esta exploración que Wilson, nacido en California pero emigrado a Toronto, hace en la sociedad norteamericana al lidiar contra este enemigo invisible. Disponible en español en La Factoría de Ideas.



9) Altered Carbon, Richard K. Morgan, 2002. Combinando elementos del cyberpunk con la novela policíaca hardboiled, Morgan sorprendió a propios y extraños con esta novela protagonizada por el mercenario Takeshi Kovacs, con la que Morgan inicia una serie de libros en la mejor tradición del género policíaco. En el siglo XXVI, la teconología ha dado lo que ninguna religión organizada pudo: la inmortalidad a través de la digitalización de la personalidad, lo que ha permitido a la humanidad extenderse por toda la galaxia en un delicado equilibrio político plagado de complots y conspiraciones. En ese entorno, Kovacs se verá envuelto en una intriga demencial, en un mundo donde la vida humana no vale absolutamente nada. Publicada en español por Minotauro.



10) Down and Out in the Magic Kingdom, Cory Doctorow, 2004. Doctorow, el enfant terrible canadiense de la ciencia ficción, relevo generacional del género al lado del inglés China Mièville, crea una de las distopías más extrañas que se hayan escrito recientemente. En un mundo donde la super abundancia ha resuelto la vida de los ciudadanos, éstos se ven condenados al más colosal de los aburrimientos, hasta que uno de ellos decide emprender una auténtica labor quijotesca: defender la casa encantada de Disneyworld de las fuerzas modernizadoras que pretenden renovar el juego. ¿Suena extraño? Sólo es el inicio. Doctorow ha decidido liberar todos sus libros en formato electrónico, que se pueden bajar de su sitio, www.craphound.com, y por si fuera poco, hay una edición en español disponible para bajar en PDF de su editor en España, el granadino Grupo Ajec, en http://webs.ono.com/melmek/colecciones.htm.



Esta lista es apenas un bosquejo de lo que los autores activos están haciendo dentro del género. Deliberadamente dejé fuera a los autores formales que recientemente se han adentrado en las convenciones de la ciencia ficción (como Cormac McCarthy en The Road o Margaret Atwood con The Blind Assasin) así como a otros autores interesantes, entre los cuales se puede nombrar a Lucius Shepard, Kathe Koja, Joe R. Lansdale y Neil Gaiman, todos ellos brincadores de géneros que han sido traducidos al español.
Sobre los autores mexicanos que siguen entrándole sin miedo a este tipo de historias... bueno, creo que eso se merece su propio artículo.
Quizá alguien lo escriba veinte minutos en el futuro.

Bef es escritor y dibujante de cómics. Su libro más reciente es la novela—de ciencia ficción, por supuesto— Gel azul (Suma de letras, 2008).

viernes, 9 de octubre de 2009

Warr(e)n (E)llis

"http://www.warrenellis.com"
es el sitio del famoso creador de comics Warren Ellis, autor de las novelas gráficas Fell, Ministry of Space, Planetary y la multipremiada Transmetropolitan, así como también del fenómeno underground crooked little vein. Warren Ellis se ha caracterizado por un humor un tanto ácido y oscuro pero con un gran sentido de responsabilidad, ya que al ser autor de ciencia ficción nos lleva a su visión sobre el mundo y el mundo que viene y hace una crítica fuerte através de sus historias, todo acompañado de un gran arte de dibujo y diseños de personajes originales.



Los temas que Warren Ellis suele tocar en sus historias son por lo regular sobre el transhumanismo, en otras palabras la unión del humano con las máquinas, por eso no es extraño que encontremos nanotecnología, la criogenia, el uploading y el desarrollo humano através de medios artificiales como parte establecida de sus realidades.



"http://www.warrenellis.com"

jueves, 8 de octubre de 2009

M(e)trópolis

Metrópolis es un filme alemán realizado por la productora UFA. Se trata de una película de ciencia ficción dirigida por Fritz Lang, cuya trama se desarrolla en una distopía urbana futurista. Este filme fue lanzado originalmente en el año de 1927, antes de la cinematografía sonorizada. Se lo considera uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán en las artes cinematográficas.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Cory Doctorow: Radical Pr(e)s(e)ntism

¿Como es posible para un escritor de ciencia ficción predicir el futuro cuando todo está cambiando tan rápido?

Con esa pregunta inicia un artículo de la revista Tin House escrito por un autor conocido solo como Tony. Este interesante artículo plantea dudas, ideas y nos deja con otra pregunta más, ¿será posible que los eventos, situaciones e ideas que se plantean en las historias de ciencia ficción ya estén aquí? Entonces, ¿sobre qué vamos a escribir.

Tony nos habla desde Mary Shelley y su monstruo hasta Issac Asimov y las leyes de la robótica, de George Orwell y sus terroríficas distopías y sobre lo que existe en el presente, de los autores de ciencis ficción y de ese gran reto por mantener los ojos en el presente pero siempre mirando hacia adelante.

En verdad vale la pena leerlo y conocer todo lo que se plantea en este artículo, aquí abajo les dejamos el link.

http://tinhousebooks.com/blog/?p=410#more-410


Pr(e)cursor(e)s.

Dentro de los próximos días estaremos posteando como regalo para ustedes información sobre los precursores de la ciencia ficción. Esto, por el motivo de la semana de humanidades en la que se darán conferencias de este tema. Estén pendiente también del concurso de cuentos de ciencia ficción que Taller(e)Media está organizando para ustedes.

lunes, 5 de octubre de 2009

No F(e)ar of th(e) futur(e)

Antes que nada, agradecemos su asistencia a Fotofé 2009, el evento fue todo un éxito gracias a toda la asistencia que tuvo. Además el libro que publicó cierto taller quedó bastante bien, ¿no lo creen?

Bueno, dejemos de hecharnos flores y vamos con la recomendación de blog de ésta semana, el blog se llama ¨No fear of the future. Estoy asumiendo que todos hablan inglés, pero si no pues el sitio se llama algo así como ¨Sin miedo al futuro¨. El responsable de este blog es Jayme Lynn Blaschke, un escritor de ciencia ficción y fantasía oriundo de Texas, en EU. En este blog encontraremos artículos, historias y comentarios del autor y varios de sus colaboradores que hablan precisamente de lo que el título sugiere, el futuro. Es un blog bastante interesante y les recomendamos se den una vuelta por ahí. Nos estamos leyendo.